TE
MENTÍ
Menguado en mi cuerpo, y mi
alma sin aliento,
me debato en encontrar tu
mirada fulgurante,
mas en esta plaza; un
silencio calcinante,
arropa la miseria de un
viejo triste y harapiento.
El mismo de mirada ayer
penetrante y retadora
que negó a sus hijos su
derecho a conocerlo
ayer sin andrajos, de voz recia,
y verbo altisonante,
hoy semidesnudo y de mirada
inquisidora
buscando culpables de su
estado hoy humillante,
lisonjero ante todo mozo que
busca perderlo.
Así amor me encuentro ante
tu esperada partida,
desde el principio de los
tiempos sabía de tu viaje
mas nunca precavido, preparé
el adiós ni equipaje.
Esperé sentado en el péndulo
del tiempo,
sin accionar, siempre
aletargado, sin vida.
Ví combates entre el
presente y el futuro incierto
Por darle a mi vida, a tu
vida nuevo traje
Que no por menos vistoso, careciera de linaje
Hoy junto al viejo de la
lúgubre plaza, cada día me despierto
Para sentir con su piel, el
cansancio que dejó en mí, tu partida
Siempre pensé tener como el
viejo la fuerza y el vigor
De no sufrir, de no llorar
la ausencia de tu amor
Por todo eso te mentí.
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