martes, 24 de noviembre de 2009

La pipa y el humo

Cazoleta y cañón para un volatinero compañero
Sentado sobre la piedra de los recuerdos
Lucía tan diminuto como la pipa que blaqndía entre sus labios
Cada tarde, y sin apearse viajaba en el tren de cualquier tiempo
Sembrado en la piedra confidente, seguía la ancestral tradición
Quemando no sé que sueño en su vieja cazoleta
liberando con nostalgia su volatinera alma
como cuando se llora la esperanza remolona
bocanadas juguetean con el viento, que blande su grisácea cabellera
Diminuta pipa, sempiterno purgatorio de penas
inquieto humo, pábulo de la esperanza moribunda o muerta
Bocanadas desgarrando del solar su soledad
Mi viejo, quien lo diría con su alma en la sonrisa
La pipa marrón ocre de su padre o de su abuelo
¡Ah! y mi madre en el patio su eterna Dulcinea
Sembrando de rosas los ojos de mi augusto padre
Que sin boleto transitaban el rosario de recuerdos
Y ella sutilmente le regresaba por los anillos de humo
Cuando envuelta en la abnegada entregaba y vestida de amor
le canjeaba su pipa ya acrisolada de penas purgadas
Por la incondicional entrega de un humeante café.

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